En la pandemia por uso de las mascarillas, muchas han dejado de usar base, polvo y “lipstick”, sólo se maquillan pues, los ojos… Pero… ¿A dónde más se va la mirada y se fija la atención? Directo al cuello; muy fácil ignorar hasta que llega el fatídico día que vemos, de momento, que esa piel se nos ha estirado, se ve flácida y entramos en shock. ¡Se nos cayó el cuello!
En realidad, pandemia o no, la pérdida del “look” juvenil comienza por el cuello.
No son las arrugas de los ojos, tampoco los gestos, que sonreímos y nos estamos marcando. Aunque eventualmente esto nos afecta y se nos marcan las arrugas por nuestras expresiones, donde comienza la flacidez y se pierde el “look” juvenil es por el cuello.
¿El cuello? ¿Cómo va a ser, si yo lo veo bien?
Alrededor de los 25 años, el rostro se alarga y puedes verte cansada, aunque hayas dormido bien. Comienzas a aplicarte más “blush” para contrarrestar. Pero la realidad no es que estás tan pálida, posiblemente tampoco cansada, lo que estás viendo es el comienzo de flacidez y la pérdida de firmeza de la piel del cuello, que por gravedad se refleja en la cara.
¿Pero, cómo lo evito?
Préstale atención a la piel del cuello, no la ignores. Trátala con exfoliadores, humectantes y protección solar. Esta piel se irrita y se degrada fácilmente, se afecta con el roce de la ropa, el calor y el sudor. Toma medidas preventivas, extendiendo tu rutina de cuidado de la piel del rostro al cuello. Aplica tus sueros, cremas humectantes y protección solar en el área con movimientos largos hacia abajo desde la mandíbula hasta la clavícula.
Una vez la flacidez se hace más pronunciada, pasado los 30 años, no todo está perdido ya que existen productos y tratamientos especializados para reafirmar, exfoliar y humectar la piel del cuello. Siendo constantes, estos productos ofrecen excelentes resultados.
PASOS A SEGUIR:
Exfoliar las células muertas y piel deshidratada: La piel del cuello acumula muchas células muertas. Es una piel “finita” y opaca porque no está acolchonada como la piel del rostro. Nuestra recomendación #1 es utilizar sueros o cremas con la concentración adecuada de Retinol para exfoliar y proveer la humedad que necesitas. Para disminuir la posibilidad de irritación recomendamos nuestro Retinol Renewal (20% de Retinol) que combina los efectos del retinol con humectantes, calmantes y nutrientes. Las combinaciones de ácidos, como el fítico (phytic), kójico (kojic), tranexámico (tranexamic), azaleíco (azaleic) y mandélico (mandelic) como en nuestro #7 Brightening Water Cream son una opción excelente cuando se necesita balancear la pigmentación que frecuentemente se observa a los lados del cuello.
Impartir humedad: Después de utilizar los exfoliantes aplica los “Neck Creams” para reafirmar, lubricar, hidratar y proteger la piel con ingredientes como ácido hialurónico (como en nuestro Hydra-Boost), manteca de karité (Shea Butter), el aceite de escualeno (squalane) o combinación de estos. ¡Nuestro Regenerating Neck Treatment los contiene todos!
Reafirmar la piel flácida: La combinación de exfoliantes, humectantes y lubricantes crean un ambiente perfecto para regenerar y proteger las células de la piel. Recomendamos la aplicación diaria de nuestro Vitamin C Serum, con su alta concentración de vitamina C y ácido ferúlico, que en sinergia aumenta el poder antioxidante de la vitamina. Si a estos cuidados le añadimos la aplicación diaria de aceite de CBD concentrado, formulado para la piel con 1500mg de este ingrediente veremos los cambios rápidos y dramáticos.
Paso por paso, ¿cómo sería una rutina especial para reafirmar y rejuvenecer la piel del cuello?
Después de limpiar y tonificar, aplica en la piel, todavía húmeda: el Hydra-Boost (ácido hialurónico) e inmediatamente aplica el CBD Complex y el Vitamin C Serum seguidos del Regenerating Neck Cream. Si tu piel es muy reseca o frágil puedes terminar añadiendo una segunda aplicación del CBD Complex. Este cuidado especial toma sólo un minuto, no hay que esperar entre un paso y el otro; los resultados, ¡espectaculares!
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