¡Quiero la piel de cristal! Pareja, reluciente y… ¡sin usar maquillaje!
Esto no es un sueño, con ciertos cuidados puede ser una realidad.
Los colores disparejos por la acumulación de células muertas en la superficie de la piel, las manchas que aparecen en las jovencitas después de un brote de acné o en mujeres después de un embarazo, exposición solar y en la menopausia, hacen que las pieles se vean opacas o marchitas. Para disimularlas tendemos a cargar la piel con bases, polvos, correctores y “primers”. Cubrir las manchitas que aparecen después de los barritos es un reto para que la piel no se “brote más” al tupir los poros con maquillaje y buscar que no se vea, como decimos en el vernáculo, un “emplaste”. Pero saben que sí hay remedio y no es con maquillaje. Hay que solucionar el problema de raíz, evitando las inflamaciones para no pigmentar después de éstas.
En ciertas ocasiones es imposible evitar las inflamaciones después de barritos o cambios hormonales, pero si seguimos ciertos pasos no tienen que necesariamente dejar huellas o manchitas.
Hay que seguir ciertas “reglas” consistentemente; hay esperanzas de una “piel de cristal”
Claro… visitarnos, recibir tratamiento facial profesional personalizado y el diseño de una rutina de cuidado en el hogar perfecta para usted y la supervisión de ésta es lo mejor, pero hay ciertos detalles que son buenos consejos para seguir y siempre los incluimos en cada evaluación sobre este tema.
Nunca apriete la piel para sacar o vaciar el barrito, ésta no es una solución práctica. La piel no sanará propiamente y será más propensa a volver a brotarse en el mismo lugar. Se crean “tracks” o líneas rojas de piel debilitada y propensa a re-infectarse; además se estimulan las células productoras de pigmento. “Apretando” el barrito puede ser que resulte eliminando la cabecita amarilla, pero la mancha y el enorme riesgo de brotarse en el mismo lugar puede durar meses.
Para evitar que salga el barrito, al momento que sienta ese “dolorcito” que avisa que “por ahí viene el barrito”, aplíquele hielo envuelto en una toalla de papel por unos minutos por lo menos 3 a 4 veces al día; si pueden cada par de horas, como lo haría para bajar una inflamación en otra parte del cuerpo. El granito es una inflamación, la “cabecita amarilla” es un desecho de nuestro cuerpo en el proceso de sanar y bajar la inflamación. Asista a su piel con el hielo, y posiblemente evitar que se desarrolle.
Use un anti-bacterial o secante tópico directamente en el brote.
Si tiene acné, aunque sea leve, lave su piel por lo menos 3 veces al día; siempre después de hacer ejercicio o deportes para remover el sudor, la grasa y eliminar las bacterias.
Por lo menos una vez al día después de haberse lavado el rostro y antes de aplicar otros productos, incorpore el uso de compresas de agua o té de manzanilla helados, aunque sea por unos segundos hasta que la piel se sienta bien fría. A esto le llamamos “icing” antinflamatorio.
Puede poner té de camomila (manzanilla) colado o jugo claro de sábila en una botella con atomizador (“spray bottle”) en la nevera y humedecerse (rociarse) la piel varias veces al día.
Nunca utilice agua caliente o “scrubs” fuertes. El calor inflama y el frotar la piel con un “scrub” la hiere, ambos dejan la piel frágil y afecta su barrera protectora tornándola más propensa a brotes y manchas.
Uno de nuestros productos favoritos, el #7 Brightening Water Cream, combina una serie de aclaradores con ingredientes suaves que nos ayudan a combatir las manchas y el sanar el acné sin afectar la barrera protectora de la piel dejándola suave y humectada.
Si ya tiene una buena rutina de cuidado para su piel ya está a más de la mitad del camino, sólo añada el #7 Brightening Water Cream que puede utilizarse tanto AM como PM, según las necesidades de la piel y es adecuada hasta para pieles sensibles, las que generalmente necesitan los aclaradores por ser más propensas a las inflamaciones.
Tener esa piel pareja, “de cristal”, cada día se hace una meta más real y el #7 Brightening Water Cream es tu mejor herramienta para lograrlo.
